Sobre el monopolio de los duendes y la psicología

Algunas personas tienen la falsa creencia de que los campos de conocimiento humanos son exclusivos de aquel que cree los ha descubierto. Me parece absurdo que existan personas que se adjudiquen el derecho privado de estudiar este u aquel fenómeno de la existencia. En primer lugar aclaro que en el mundo existen cientos de asociaciones de estudios médicos, estudios en electrónica, en filosofía, en antropología, en astro física etc, y por supuesto de estudios en el ámbito de la antropología y el folclore. No es plausible esperar que alguien pueda tener el monopolio del conocimiento, cuando los fenómenos que quiere estudiar son creados por la basta sociedad. Mas absurdo aun cuando el análisis del folclore es basto y tiene su origen muchos años atrás y en diversas partes del mundo. 

  La gente que no hace investigación suele crearse falsas ideas de poder adjudicarse monopilios de conocimiento. Y jamás conocí un monopolio tan absurdo como el monopolio de los duendes. Monopolizar un producto del imaginario popular resulta estúpido, como risible el tema.

Por otro lado, si bien me gustan los duendes, este es apenas un pequeño ejemplo de lo que yo hago. Lo mio es la investigación en ciencias sociales con una postura teórica que va desde la psicología a la sociología e inclusive el desarrollo. Yo no hago brujería, ni rituales para conectar con los duendes y hadas, no ando por el mundo engañando gente con pociones mágicas cuya posibilidad de funcionar radica en la fe y en el lenguaje cultural de las personas.

Las redes de símbolos y significados que comparte una sociedad si me interesan, no así los hechizos, si su carácter simbólico. En ese terreno descalifico cualquier insinuación o intento de cometer el delito de monopolizar productos e ideas. Cualquiera es libre de estudiar el tema feérico desde la perspectiva teórica que le de la gana, y de hacer de su conocimiento lo que quiera. Así mismo, cualquiera es libre de tomar con seriedad estos conocimientos e incluso -lamentablemente debido a los vacíos legales de nuestras legislaciones- también es libre de engañar a otros para obtener beneficios económicos. 

Y reitero, mi campo no es el de la brujería, ni el tarot, ni nada parecido, mi campo es el del conocimiento psicológico y sociológico. Desde esta perspectiva el análisis del mundo feerico está vinculado al estudio de la mente, de la psique y ese es terreno de los psicólogos.