jueves, 7 de diciembre de 2017

El mito de Narciso y el vampirismo


En los mitos antiguos los vampiros  son en realidad la metáfora social del psicópata y del narcisista perverso. Incapaces de llamarles de otra manera, los antepasados que no contaban con un marco teórico en la psicopatología crearon mitos en torno al depredador psicológico y al parásito mental. Se trata de un primer intento por clasificar la personalidad de aquellos seres que incapaces de sentir empatía se convirtieron en los depredadores del genero humano. 
El mito griego de Narciso es un primer intento de dibujar la personalidad del narcisista que enamorado de su propio reflejo es incapaz de ver la belleza del mundo, y muere ahogado en su propio ego. El agua y el reflejo en el agua simbolizan la percepción de la propia alma, en este caso narciso se ahoga en la fuente que proyecta su hermosura. Es una metáfora de la muerte de la autoestima cuando la invade el egocentrismo. 


No es nada fácil tratar  a alguien con trastorno narcisista. Es imposible hablar y intimidar con un ser que no puede mirarte, pues solo se mira a si mismo y que es incapaz de reconocer sus errores. El dialogo en una sola dirección se caracterizaba por el eterno yo, yo, yo, yo, yo. Con la comparación eterna entre sus actos y los de los demas en donde invariablemente el era el mejor. Lo que en realidad buscaba en los demás es la eterna confirmación de su omnipotencia. Luego de leer muchísimo sobre el tema encontré en el mito de narciso y en los mitos sobre los vampiros los primeros intentos de la humanidad por desvelar a una sección de la sociedad que bien podrían ser categorizados como los depredadores del resto de los humanos. Dividiendo a la humanidad entre empáticos y no empáticos, o entre productivos-productores y parásitos. En mi experiencia personal no tolero a los narcisistas. Conivir un par de meses con uno me generó una cierta inmunidad para la convivencia con ellos. Sin embargo, si puedo entender y ayudar a aquellas personas que caen en las redes de este tipo de depredadores.

¿Pero que son realmente estos vampiros psíquicos del folclore? Desde el punto de vista clínico y en relación a lo que aparece en los CIE´s y DSM el narcisismo es trastorno de personalidad que se caracteriza por las siguientes conductas:

1. Tienen un grandioso sentido de auto importancia, donde un pequeño logro es resaltado y señalado como mayor al de otros, aun cuando el logro de otras personas sea mayor. 
 2. Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios. Piensa y sueña que alcanzará el éxito y la fama.
 3. Cree que es "especial" y único. Piensa que solo personas de poder y status pueden relacionarse con él y comprender.  
4. Exige una admiración constante y excesiva. Prácticamente exige pleitesía.
5. Es muy pretencioso y exige que se cumplan automáticamente sus expectativas. 
6. Es interpersonalmente explotador, de naturaleza parasitaria abusa de los demás para sacarles provecho.
7. Carece de empatía, no siente lastima ni remordimiento. No le importan los sentimientos de los demás.
8. Envidioso crónico, se proyecta y asume que son los demás quienes le envidian, pero en realidad es él quien no soporta la felicidad y el éxito ajeno. 
 9. Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios, a veces más o menos encubiertos. 
10.- Se muestra como el ser perfecto, buen amigo, siempre a la moda, muy arreglado, muy guapo, pero la imagen que da al mundo solo compensa los vacíos existenciales que tiene por dentro.


Se considera que entre el 1% al 3% de la población mundial es narcisista y que este trastorno es más frecuente en los hombres. La personalidad narcisista se caracteriza por establecer vínculos crueles y utilitarios. Según algunos autores el narcisismo es el otro rostro de la psicopatía. A la manera de psicópatas integrados (no delinquen) los narcisistas en un primer momento encantadores pueden dejar ver su cara oculta como verdaderos monstruos del genero humano. El problema es que es su familia, su pareja o un amigo muy cercano la victima predilecta mientras el resto del mundo no pueden ver más que virtudes en estos seres oscuros y malignos. Se alimentan de energía, pero no entendida como algo mágico. Se alimentan de energía vital, es decir del deseo de vivir de sus víctimas.
En mi propia experiencia el contacto con narcisistas me permitió entender la maldad humana en su aspecto central, la incapacidad de la empatía, de sentir y comprender al otro. Se trata de parásitos que son capaces de arruinar la vida del planeta entero, o de una victima elegida por el simple placer de su engañosa importancia personal. Sin embargo dan un rostro al mundo a través del cual abanderan causas como la protección al medio ambiente o a los animales de la calle. En realidad el defender estas causas alimenta aun más su ego, porque recordemos su auto estima se encuentra lastimada o inexistente y lo que impera en ellos es el ego.
Así los vampiros de las leyendas toman forma y el rostro de personas integradas a la sociedad.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

El imaginario popular como objeto de conocimiento científico

Hace unos días recibí la bien intencionada recomendación por parte de un amigo de abandonar mi trabajo como psicóloga Neo Junguiana afirmando que si me dedico a esto debo olvidarme de mis credenciales como investigadora  y científica. Lo interesante es que siendo el un "científico" me comentó que su propio padre tuvo en su pueblo una experiencia "paranormal" al ser testigo de la presencia de las llamadas "lavanderas". Estos espíritus presentes en diversas culturas (como en el caso de las lavanderas españolas de la mitología asturiana y gallega) son una especie de fantasmas de mujeres que lavan ropa. En Galcia y Asturias se refiere a ellas como mujeres que lavan la ropa a orillas de algún rió, lo mismo sucede en México con la variante de que también existen lavanderas de ciudad que lavan la ropa en los lavaderos de alguna vecindad bien entrada la noche, y desaparecen a los ojos de algún testigo, demostrando con ello su naturaleza fantasmal. Sin embargo y a pesar de que era su propio padre quien afirmaba haber sido testigo de estos fantasmas, mi amigo descalificaba la percepción de su padre y el hecho en si, por ser "no científico". También me descalificaba a mi por tratar de dar una explicación a estos fenómenos cuando lo prudente, por el bien de mi imagen pública era desacreditarlos a priori. Sin embargo, mi amigo se sorprendió cuando le dije que existen maneras de abordar de forma científica estos fenómenos. 
 Seres del imaginario popular mexicano.
Ilustrado por Isreal Barron 


El problema real no es estudiar los fenómenos del imaginario popular, el problema es quien los aborda. lamentablemente se ha desacreditado a los estudiosos del folclore debido a la presencia de supuestos investigadores, la mayoría comunicadores, que ven en el amarillismo sobrenatural una mina de oro. También los hay que generándose un show y convirtiéndose en verdaderos payasos del espectáculo desacreditan la posibilidad de un abordaje que reivindique este campo de investigación. 

Seres del imaginario popular mexicano.
Ilustrado por Isreal Barron 

Después de todo el problema se debe al desconocimiento de una metodología adecuada, y a la falta de financiamiento para el desarrollo de este tipo de trabajos. Pero no podemos culpar a una multitud de supuestas brujitas, supuestos investigadores elficólogos, fericólogos, ufólogos, criptozoologos solo por no ser científicos acreditados. Pero si debemos entender que el producto de su investigación es mero entretenimiento. En ese sentido es responsabilidad de el receptor poder determinar que cosa es investigación valiosa y cual es basura. Sin embargo, para un área de conocimiento tan poco conocida en su contexto científico, es claro que la chatarra es la que abunda y se coloca en el mismo saco a una producción de calidad, con la producción barata. Tema aparte es el engaño que generan los supuestos investigadores cuyo fin es solo venderse ellos o sus productos chatarra.  Así, es más fácil inventar falsos fantasmas, falsas momias, falsos duendes, que descubrir en los testimonios antiguos o presentes algún conocimiento valioso  pero mucho menos impactante.
Seres del imaginario popular mexicano.
Ilustrado por Isreal Barron 

Pero ¿Puede abordarse el mundo del imaginario popular de manera científica? el campo de estudio del imaginario popular corresponde a las ciencias sociales, son los historiadores, antropólogos, psicólogos, lingüistas y filósofos quienes lo abordan. también los pedagogos y educadores. Lamentablemente las ciencias sociales han sido descalificadas por muchos investigadores de las ciencias duras incapaces de comprender que es imposible recurrir a las mismas metodologías. 
Los seres imaginarios como objeto de estudio permiten entre otras cosas conocer la ideología, los temores, las interpretaciones de la realidad y los conflictos u alegrías de los pueblos. El fenómeno "Chupacabras" ligado por ejemplo a la crisis de 1992, o los supuestos seres críptidos del Cerro de la Estrella, supuestos responsables de la muerte de media docena de personas (siendo los perros callejeros absueltos de tal responsabilidad) nos hablan más del contexto económico, político y social que de la presencia extraterrestre. 

Desde mi punto de vista los seres del imaginario popular don productos de la mente colectiva, pero además son producto de un contexto histórico y político específico sin dejar por ello de ser también arquetípicos. Es decir, los seres del imaginario popular son las representaciones de la ideología de un pueblo. Esto podría no explicar su presencia aparentemente física, pero la percepción podría mostrar como físico algo de naturaleza mental. 

 Selene según la mitología griega, muestra de que los mitos se configuran tambien en contextos históricos específicos. 
El hecho de que su naturaleza sea mental no les hace irreales, pues los fenómenos mentales tienen también su propia existencia objetiva. Tal vez se trate de representaciones colectivas de los sentimientos, pensamientos, percepciones e ideas de los pueblos. Esto podría explicar porque los seres mágicos en determinadas épocas y lugares parecen ser más peligrosos, evocando así los temores colectivos en contextos de violencia. Mientras que aquellos más benévolos podrían representar contextos más pacíficos. 
Las hadas y los duendes en la actualidad representan valores humanos ligados a la protección de la naturaleza, en el pasado no tenían este importante papel político que tienen hoy. 


¿Esto que afirmo debería decepcionar aquellos que sueñan con ver algún día un hada o un duende, o contactar un ángel? de ninguna manera, como seres fantásticos, como seres del imaginario popular tienen una existencia real. Así los ángeles como las hadas habitan en la literatura, en la obra del escultor, en la pintura y el pincel del pintor, en la narración oral, en la mente y los sueños de aquellos que creen en su existencia. Son representación de los mas altos valores humanos y en ellos se concretan como existentes y reales. Existen en la medida que son la forma en que se manifiesta el pensamiento positivo, gentil , artístico y amoroso del ser humano para y en su existencia. 

Los últimos testigos de la magia feérica

Mientras desayunaba en un restaurante en el zócalo de mi ciudad una artesana se acercó para venderme unas carpetas tejidas a mano. Se trata...